Comprar un terreno o casa significa realizar una gran inversión. En primer lugar, porque será a largo plazo y luego, porque probablemente te asegure una gran rentabilidad con el paso del tiempo. En Menorca queremos asegurarnos que lo hagas en el momento preciso y con toda la información que necesitas.
Aquí encontrarás algunas sugerencias para que des este paso con total seguridad y evites problemas a futuro.
1. Ten controladas tus deudas.
Una propiedad también es una responsabilidad. Ten en cuenta los gastos que pueden surgir más allá de los pagos del crédito (mantenimiento, pagos a la municipalidad, etc.). Nuestro consejo es que tengas bajo control las deudas que mantengas en tarjetas de créditos u otro tipo de préstamos.
2. Ahorra para la separación y cuota inicial
Esto es vital. Probablemente debas abonar como cuota inicial el pago del 10 o 20 % de la propiedad que escojas. Si esta es tu meta, comienza a ahorrar ya mismo. El beneficio es que cuanto más pagues como inicial, menores serán las cuotas posteriores.
3. Gestiona tu financiamiento
En el mercado encontrarás diversas opciones para financiar tu propiedad en el caso que no vayas a pagarla al contado. En Menorca contamos con financiamiento directo si deseas un terreno. Acércate al proyecto de tu preferencia para que nuestros asesores te brinden todos los detalles y te acompañen en todo el proceso de compra.
4. Analiza la ubicación
Una de las reglas de inversión más importantes, ya que la ubicación en muchos casos decidirá la rentabilidad a largo plazo de tu vivienda. Evalúa si se trata de una zona en desarrollo y qué facilidades tiene (por ejemplo, transporte público, centros comerciales o colegios cercanos). Muchos proyectos Menorca se encuentran en distritos en pleno auge, consulta los que sean de tu preferencia.
Con estas pautas aclaradas, estarás listo para hacer realidad el sueño del hogar propio.
En Menorca te ofrecemos casas y terrenos rodeados de increíbles áreas verdes en zonas céntricas y muy atractivas por su rentabilidad.
¡Ten en cuenta!
Una de las mejores formas de anticiparte a tus obligaciones de pago es tener en cuenta un presupuesto. Siéntate tranquilamente y realiza tus cálculos. Los gastos en vivienda (incluyendo crédito hipotecario, gastos de mantenimiento y servicios básicos) no deberían sobrepasar el 30% de los ingresos del hogar.
